El español Rafael Nadal buscará este domingo confirmar el milagro y convertirse en el primer jugador que levanta su título de Grand Slam número 21, en la gran final del Abierto de Australia que le enfrentará al gran favorito, el ruso Daniil Medvedev. Medvedev es una década más joven. Es un jugador dominante en canchas duras y también ganó su choque más reciente en las Finales ATP en 2020. "Si no puedo jugar a mi máximo nivel, simplemente no tendré oportunidad", dijo Nadal. Pero el hecho de que tenga alguna oportunidad es notable cuando se considera una fotografía de Nadal de septiembre, el día en que Medvedev se metía en la final del US Open. Nadal publicó una foto de sí mismo el 11 de septiembre apoyado en muletas después de un tratamiento en un pie que lo ha afectado desde que era un adolescente. El mismo día, su gran rival Novak Djokovic estuvo a una victoria de completar el Grand Slam del calendario con un triunfo en cinco sets sobre Alexander Zverev en Flushing Meadows. Las certezas no existen en el deporte. Pero las probabilidades de que fuera Nadal en lugar de Djokovic el primero en 21 títulos importantes parecía una perspectiva lejana en el mejor de los casos ese día. La marcha de Djokovic parecía inexorable en un momento en que había dudas significativas sobre si Nadal y el aún marginado Roger Federer recuperarían su mejor estado físico y forma. Solo Medvedev podría haber evitado que el serbio tomara Manhattan y marchara hacia Melbourne, que había estado a merced de Djokovic durante gran parte de la última década, en busca del título número 22 de Grand Slam. El giro en el guion desde el 11 de septiembre parecería demasiado absurdo incluso para que lo considere un fantasioso. Djokovic sería negado por Medvedev en dos sets en Nueva York y luego deportado de Australia antes de su defensa del título en Melbourne Park. Nadal, tras enfermar también de COVID-19 en diciembre, lograría volver en forma y disparando al Grand Slam donde más problemas ha soportado en su carrera. Tomando prestada una frase favorita de otro gran zurdo de John McEnroe: "No puedes hablar en serio". Una victoria sobre Medvedev en el Rod Laver Arena completaría un capítulo notable en la extraordinaria carrera de Nadal. Dijo después de derrotar al italiano Matteo Berrettini el viernes que no podría haber imaginado jugar en el partido decisivo en Melbourne cuando llegó a principios de mes. "Para mí, es algo completamente inesperado, así que estoy súper feliz", dijo Nadal. "Por supuesto que todos me conocen y siempre haré mi mejor esfuerzo. Por supuesto, mi objetivo ahora es ganar". Sigue siendo el forastero según los corredores de apuestas australianos, pero la reputación del zurdo de desafiar las probabilidades solo se ha visto reforzada por su carrera en Melbourne. Dejando a un lado la lesión y la enfermedad, también logró recuperarse cuando parecía golpeado por el calor y los candentes tiros de Denis Shapovalov en los cuartos de final. Medvedev arruinó los sueños de Djokovic en Nueva York. Está deseando hacer lo mismo contra Nadal. Pero no importa cómo se desarrolle la final, el español está disfrutando de tener la oportunidad. “En mi caso, creo que lo he podido disfrutar probablemente más que los demás, porque muchas veces estuve cerca de no poder volver a hacerlo”, dijo.