Era mediados de 1999 cuando los Dodgers identificaron en BanĂ a un prospecto de 15 años entrenado por Enrique Soto de nombre Willy Aybar y enloquecieron. Un torpedero ambidiestro, con buenas manos, poder, contacto y velocidad que su entrenador vendĂa como el prĂłximo Alex RodrĂguez. Hasta entonces en el paĂs solo tres adolescentes habĂan recibido bonos de siete dĂgitos; Josephan Bernhardt (1997), Ricardo Aramboles (1998) y Wily Mo Peña (1999). Pero los californianos vieron en este adolescente un diamante en bruto y desembolsaron US$1,4 millones. Desde un principio comenzaron las controversias, medios como Los Ăngeles Times, Washington Post e USA Today enviaron equipos a indagar y encontraron material de sobra como para hacer pelĂculas. Desde el monto que cobrĂł el entrenador, del bajo nivel acadĂ©mico de un Aybar incapaz en ese entonces de firmar su nombre, de la ignorancia financiera de la familia que vivĂa a la orilla del rĂo y de la forma en cĂłmo comenzĂł a repartirse y gastarse el dinero. âNunca pensĂ© que mi carrera terminarĂa tan rĂĄpido y fue por la calle, yo pensaba que era el reyâ Hoy te cuento su historia! â Sigueme en: Twitter â„ @CapitanMarin_ Instagram â„ capitanmarin_ Facebook â„ CapitanMarin âș Canal secundario: @Capitandeportivo #mlb #grandesligas #baseball #CAPITANMARIN #Tigresdellicey